Reportaje

Crisis en la

prostitución

 

 

/Cual falso fu tu amor/ me has engañado/ el sentimiento aquel/ era fingido/… /Espero a que te pongas más barata/pues algún día/ bajarás de precio/ /Oye Salomé perdónala, perdónala/…

 

 

MARIO RAÚL HERNÁNDEZ

(Última parte)

 

FOTO 2 ... MANJARREZ...PROSTITUCIONLas mujeres, las del tacón dorado se están yendo calladamente. La “Zona Roja” de Iguala, Guerrero, se ha ido apagando poco a poco sin que sus propietarios puedan hacer algo. De 32 bares que se disputaban hace muchos años a centenares de clientes, hoy solo quedan cuatro.

El bullicio, el ambiente, la música, el olor a humo de cigarro y a perfume de mujer bonita, han mermado.

Las mujeres de cuerpos atractivos y sonrisas convencedoras, vistiendo diminutos y transparentes atuendos para cautivar al hombre solitario, divorciado, viudo o despechado, viven en la actualidad una severa crisis, coinciden Javier Orozco López, encargado del “María Bonita” y el empresario Adalberto Manjarrez.

 

Declaración irresponsable

 

Denuncian que también ha habido médicos de Salud municipal, del Ayuntamiento Igualteco, quienes han hecho declaraciones irresponsables, de que en “Los Chocolines” hay sida, y se  ahuyenta de esta forma a la clientela, cuando la supervisión médica está bajo la responsabilidad de ellos.

Pero la Zona Roja de Iguala también ha sufrido los embates de otros alcaldes “moralistas”, como Felipe Cardona Marino, quien aplicó mano dura contra empresarios de “La Curva” y mujeres de la vida galante, porque argumentaba que los cabarets y la prostitución atentaban contra la moral pública.

Pero más que moral, explica Adalberto Manjarrez, a Cardona Marino le interesaba el “billete” y sancionaba sin ton ni son para ingresar más dinero a la Tesorería municipal. Durante su trienio hubo centros nocturnos que fueron clausurados hasta 60 veces, bajo el mando del jefe de Reglamentos Armando Jacobo Ruiz (q. e. p. d.).

 

Autoridades “frías”

 

FOTO. 1... JAVIER... PROSTITUCIONPero no solamente las anteriores acciones de servidores públicos han llevado a la quiebra a propietarios de “Los Chocolines”,  también las corruptelas cometidas por las policías federal, estatal y municipal así como Tránsito, han aportado su “granito de arena”.

En el caso de Tránsito, dice, ellos esperan al conductor afuera, para sancionarlo porque va manejando en estado inconveniente, pero todo se disipa con una “módica mordida”.

En tanto la preventiva detiene a los parroquianos para esculcarlos y si no traen dinero se lo llevan a la cárcel.

La Zona de Tolerancia, no cuenta desde hace muchos años con seguridad policiaca, menciona Javier Orozco, los rondines que se hacen es para llevarse a la cárcel o chantajear a la clientela, más no para resguardarlos.

 

“El patito feo”

 

La Zona Roja es para las autoridades el “patito feo”, pese a que pagan sus impuestos como cualquier otro patrón y además le genera importantes ingresos al Ayuntamiento, sin embargo se les niegan los servicios públicos más imprescindibles como agua, alumbrado público, pavimentación, drenaje, recolección de basura, seguridad, entre otros.

En la actualidad solo cuatro centros nocturnos funcionan. De aquí  dependen económicamente 150 familias, entre meseros, cantineros, cocineras, “DJ” (colocadores de discos) y damiselas, más otros secundarios para taxistas, taqueros, vendedores ambulantes y fotógrafos.

 

“Ahuyentaron a la clientela”

 

sexo-cervidoras-yocancunLa noche brilla. La Zona Roja está ahí como una imagen congelada de hace 22 años; el refugio de muchos ha sido marginada del desarrollo y progreso.

Abajo, la pista de baile y las luces tenues que acompañan mesas y sillas. Al fondo un cuarto, una cama, un buró y un espejo; en el rincón una veladora alumbra las imágenes venerables que reposan en el piso. Todo quedó ahí, la virginidad perdida. Las mujeres, las del tacón dorado se están yendo calladamente.

 

/Cual falso fu tu amor/ me has engañado/ el sentimiento aquel/ era fingido/… /Espero a que te pongas más barata/pues algún día/ bajarás de precio/ /Oye Salomé perdónala, perdónala/…

 

 

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